Después de que José se reuniera con su padre y sus hermanos en Egipto, la nación de Israel prosperó y se hizo fuerte y numerosa. Pero el faraón y los egipcios se volvieron hostiles hacia los israelitas y los oprimieron. Nuestra historia nos lleva ahora a los acontecimientos que condujeron al Éxodo de Egipto a través del siervo designado por Dios: Moisés.
Deuteronomio 34:7
Tenía Moisés ciento veinte años cuando murió...
Según la Estela de Merneptah, los israelitas se encuentran en la Tierra de Israel en 1207 a. e. c. Si echamos la vista atrás, Moisés, que vivió 120 años, estaba vivo en la época del rey Tut (1332-1323 a. e. c.).
Moisés y la conexión con el rey Tutankamón hacia 1332 -1323 a. e. c.
El Deuteronomio 34:7 dice así:
Tenía Moisés ciento veinte años cuando murió...
Según la Estela de Merneptah, que pronto exploraremos en detalle, los israelitas se encuentran en la Tierra de Israel en 1207 a. e. c. Si volteamos hacia atrás, Moisés, que vivió 120 años, estaba vivo en la época del rey Tut
(1332-1323 a. e. c.).
Museo Egipcio, El Cairo
Éxodo 2:10
Habiendo crecido el niño, ella lo llevó a la hija de Faraón, y pasó a ser para ella como su hijo propio. Ella lo llamó Moisés...
Egipto oprimió enormemente a la nación de Israel con duros trabajos. En un intento de frenar el crecimiento de la nación, el faraón ordenó ahogar en el río Nilo a todos los recién nacidos varones. En un valiente intento de eludir este decreto, Jocabed, la madre de Moisés, metió a su hijo en una cesta y lo dejó en el Nilo. Allí, la hija del faraón encontró al niño, se apiadó de él y lo adoptó como suyo. Lo llamó Moisés o Moshe en hebreo, que significa sacado del agua.
Éxodo 2:10
Habiendo crecido el niño, ella lo llevó a la hija de Faraón, y pasó a ser para ella como su hijo propio. Ella lo llamó Moisés...
El hallazgo de Moisés por Rembrandt, Biblioteca y Museo Morgan, Nueva York
Un consenso de arqueólogos sugiere que el faraón del Éxodo fue Ramsés «El Grande».
En esta foto aparece la momia de Ramsés el Grande, expuesta en el Museo Egipcio de El Cairo.
El faraón Ramsés II o «El Grande» vivió entre 1279 y 1213 a. e. c.
Un consenso de arqueólogos sugiere que el faraón del Éxodo fue de hecho Ramsés «El Grande».
Momia de Ramsés el Grande, Museo Egipcio, El Cairo
Científicos de la Universidad John Moores de Liverpool y de la Universidad de El Cairo desvelaron el rostro de Ramsés II utilizando tomografías computarizadas y programas informáticos que permiten una reconstrucción facial precisa.
Gracias al gran avance de la tecnología visual aplicada a los descubrimientos arqueológicos, científicos de la Universidad John Moores de Liverpool y de la Universidad de El Cairo desvelaron el rostro de Ramsés II utilizando tomografías computarizadas y programas informáticos que permiten una reconstrucción facial precisa.
FaceLab, Universidad John Moores de Liverpool, Reino Unido
Exodus 2:11
Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Pintura mural de la tumba de Menna, Tebas, Egipto, hacia 1350 a. e. c.
Moisés tomó conciencia del sufrimiento de su pueblo bajo el dominio egipcio.
El Éxodo 2:11-12 nos cuenta la historia:
Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Miró a uno y otro lado, y como no viera a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Después de esto Moisés huyó de Egipto. Su viaje le llevó a la casa de Jetro, el sumo sacerdote de Madián.
Éxodo 3:3-4
Y se dijo: «Voy a dar una vuelta para mirar este fenómeno tan extraordinario: ¿por qué la zarza no se consume?»
el SEÑOR vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.»
Moisés se casó con la hija de Jetro, Séfora. Un día, mientras pastoreaba las ovejas de Jetro en el monte Horeb, Moisés se encontró con una extraña visión, que cambiaría su mundo para siempre.
Éxodo 3:2-4
Entonces fue cuando el Ángel del SEÑOR se presentó ante él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisés estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía.Y se dijo: «Voy a dar una vuelta para mirar este fenómeno tan extraordinario: ¿por qué la zarza no se consume?»el SEÑOR vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy».
Fue en la zarza ardiente donde Dios declaró que se acercaba el momento de la Redención y encargó a Moisés que regresara a Egipto y condujera a su pueblo a la libertad.
Colección privada
El Louvre, París
Éxodo 5:18
Faraón: «...y tendrán que entregar la cantidad de ladrillos.»
«El rollo de cuero», 1274 a. e. c.
«Yupa, hijo de Urhiya, (cuota de ) 2.000 ladrillos, llegaron 1.630, déficit 370»
De regreso a Egipto, los israelitas sufrían bajo la pesada carga de la esclavitud.
El Éxodo 5:18 evoca la orden del pago de la cuota para la fabricación de ladrillos.
En la imagen aparece «El rollo de cuero», hacia 1274 a. e. c., del quinto año de Ramsés II, actualmente expuesto en el Louvre. Habla de uno de los ladrilleros que no entregó su cuota: «Yupa, hijo de Urhiya, (cuota de) 2.000 ladrillos llegaron 1.630, déficit 370»
Éxodo 5:18
Faraón: «Vuelvan a sus trabajos. No se les dará paja...»
Papiro Anastasi IV (nº 4),1250 a. e. c.
«. . . y no hay hombres para hacer ladrillos, ni paja».
Moisés, al pedir la libertad para su pueblo, enfureció al faraón y éste aumentó la carga de trabajo de los israelitas.
Éxodo 5:18
Vuelvan a sus trabajos. No se les dará paja, y tendrán que entregar la cantidad de ladrillos.
En esta imagen aparece el Papiro Anastasi IV (nº 4), hacia 1250 a. e. c. que habla de un déficit de ladrillos y paja. “. . . y no hay hombres para hacer ladrillos, ni paja».
El Museo Británico, Londres
Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: «Esto dice el SEÑOR , Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios.
Dios envió a Moisés de vuelta a Faraón con una funesta advertencia de que a menos que Faraón liberara a los israelitas, terribles plagas asolarían la tierra de Egipto.
Éxodo 10:3
Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: «Esto dice el SEÑOR, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios.
Moisés y Aarón ante el Faraón por Rembrandt
Los diez mandamientos, 1956 Paramount Pictures
El faraón se niega y Dios asola la tierra de Egipto con 10 plagas que, de forma progresiva y sistemática, arrasan la infraestructura egipcia. El orden de las plagas fue el siguiente: sangre, ranas, piojos, animales salvajes, peste, forúnculos, granizo, langostas, oscuridad y, por último, la muerte de los primogénitos.
Números 33:5-7
«Los hijos de Israel partieron de Ramsés... Partieron de Etam, pero volvieron hacia Pi-hajirot y pasaron por medio del mar hacia el desierto.
Papiro Anastasi V, hacia 1250 a. e. c.
«Me enviaron desde los amplios salones del palacio... siguiendo a dos esclavos. Cuando llegué a la fortaleza, me dijeron que el explorador había llegado del desierto diciendo que habían pasado el lugar amurallado al norte del Migdol».
El papiro Anastasi V (nº 5), hacia 1250 a. e. c., habla de dos esclavos que escaparon de Egipto. Menciona Migdol, uno de los campamentos israelitas en su camino hacia el monte Sinaí.
El papiro reza lo siguiente:
«Me enviaron desde los amplios salones del palacio... siguiendo a dos esclavos. Cuando llegué a la fortaleza, me dijeron que el explorador había llegado del desierto diciendo que habían pasado el lugar amurallado al norte del Migdol».
La Biblia relata que los israelitas acamparon en el Migdol en el Libro de los Números 33:5-7
«Los hijos de Israel partieron de Ramsés... Partieron de Etam, pero volvieron hacia Pi-hajirot y pasaron por medio del mar hacia el desierto.
El Museo Británico, Londres
Gemäldegalerie, Staatliche Museum, Berlín
Éxodo 34:1, 34:28
el SEÑOR dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra parecidas a las primeras y yo escribiré las palabras que había en las primeras que tú rompiste.
Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos.
Moisés llevó finalmente a los israelitas al monte Sinaí, donde iban a recibir la Torá; la Palabra y la Instrucción de Dios. Debido a la idolatría instigada por la multitud mezclada en el campamento, Moisés se ve obligado a romper el primer par de tablas en las que estaba inscrita la Torá por el dedo del propio Dios. Después de que el pueblo se arrepintiera, Moisés hizo otro par de tablas que fueron colocadas dentro del Arca de la Alianza.
Éxodo
34:1 & 28 el SEÑOR dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra parecidas a las primeras y yo escribiré las palabras que había en las primeras que tú rompiste».
Y escribió en las tablas las palabras de la Alianza, los diez mandamientos.
En 1952 se descubrió un antiguo pergamino con los Diez Mandamientos en la cueva nº 4 de Qumrán.
El texto de los Diez Mandamientos es más largo que las traducciones tradicionales y refleja las dos versiones bíblicas del precepto del Sabbath que se encuentran en Éxodo 20:11 y Deuteronomio 5:11.
Este rollo es el mejor conservado de todos los manuscritos del Deuteronomio descubiertos en Qumrán.
Fotografía de Ardon Bar-Hama
Museo de Israel, Jerusalén
Éxodo 34:30
Aarón y los hijos de Israel vieron con sorpresa ese resplandor de la cara de Moisés, y sintieron miedo de acercarse a él.
En la Vulgata de Jerónimo (382 d.C.), «resplandor» se traduce como «cuernos». El Moisés de Miguel Ángel está representado con cuernos en la cabeza.
Durante siglos, incluso en América, mucha gente pensó que los judíos tenían cuernos, debido a la representación de Miguel Ángel.
Éxodo 34:30
Aarón y los hijos de Israel vieron con sorpresa ese resplandor de la cara de Moisés, y sintieron miedo de acercarse a él.
Un rayo de luz o resplandor en hebreo se pronuncia: «Keren». La misma palabra en hebreo también significa cuerno. La Vulgata de Jerónimo, escrita en el año 382 de la Era Común, tradujo la palabra hebrea Keren en este pasaje como «cuernos».
Por ello, la famosa escultura de mármol de Miguel Ángel representaba a Moisés con cuernos en la cabeza.
Durante siglos, incluso en América, mucha gente pensó que los judíos tenían cuernos, debido a la representación de Miguel Ángel.
Deuteronomio 32:48-52
el SEÑOR habló a Moisés en aquel mismo día y le dijo: «Sube a los cerros... frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel.
...Por eso no entrarás en la Tierra; sólo la contemplarás de lejos—la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel.»
En lugar de hablar a la roca para que hiciera brotar agua para el pueblo, Moisés, frustrado por las quejas de la nación, golpeó la roca. Exigiendo a Moisés lo máximo, Dios le reprendió y no le permitió entrar en la Tierra de Israel.
El Deuteronomio 32:48-52 dice así:
el SEÑOR habló a Moisés en aquel mismo día y le dijo: «Sube a los cerros... frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel.
...Por eso no entrarás en la Tierra; solo la contemplarás de lejos».
«Canaán está saqueada... Israel está asolado, su grano, no».
El faraón egipcio Merneptah dejó constancia de su conquista del pueblo de «Israel» en esta estela de la victoria. Remontando hacia atrás, si los israelitas vagaron por el desierto durante 40 años, como se cuenta en la Biblia, entonces el Éxodo podría haber ocurrido alrededor de 1250 a. e. c., durante el reinado de Ramsés el Grande (1279-1213 a. e. c.).
El faraón egipcio Merneptah dejó constancia de su conquista del pueblo de «Israel» en 1207 a. e. c. en esta estela de la victoria, llamada Estela de Merneptah.
La inscripción reza así: «Canaán está saqueada... Israel está asolado; su grano, no».
Dado que el faraón del Éxodo se ha identificado a menudo con Ramsés II, Merneptah fue su sucesor, y dado que la estela nombra al pueblo de Israel en la tierra de Canaán, la estela corrobora el marco temporal bíblico del asentamiento israelita.
Esta estela se denomina a veces la «Estela de Israel» porque contiene la referencia extrabíblica más antigua a Israel como pueblo. En las descripciones militares egipcias, «su grano ya no lo es» es una descripción utilizada con frecuencia de los lugares conquistados y parece referirse a la antigua práctica común del ejército victorioso de arruinar las cosechas.
Wikimedia Commons
PBS, Nova, «Los secretos enterrados de la Biblia»
La estela de Merneptah confirma la presencia de Israel en la tierra de Canaán.
La arqueología demuestra que Israel se asentó inicialmente en el territorio de las colinas de Canaán y que aún no contaba con ningún centro urbano importante a finales del siglo XIII a. e. c. Esto coincide con lo que encontramos en la Biblia.
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