Desde Josué a Samuel
Treinta días después del fallecimiento de Moisés, la nación de Israel se encontraba a orillas del río Jordán. Yavé había designado a Josué para dirigir a la nación en la conquista de Canaán y prometió además a Josué que estaría con él como estuvo con Moisés.
Josué 6: 4-5
... Y el séptimo día darán siete vueltas a la ciudad [de Jericó] y los sacerdotes tocarán la trompeta.
Cuando el sonido del cuerno de carnero se prolongue, todo el mundo lanzará el grito de guerra. Entonces se derrumbará la muralla de la ciudad y todo el pueblo se lanzará al asalto, cada uno por el lugar que tenga al frente.
Después de cruzar el río Jordán, la primera ciudad en ser tomada durante la conquista de la tierra de Israel fue Jericó.
Yavé ordenó a los israelitas que rodearan la ciudad durante siete días en silencio. El séptimo día, debían rodear la ciudad siete veces con los sacerdotes tocando las trompetas mientras el pueblo alzaba la voz haciendo que los muros de la ciudad se derrumbaran, en una victoria espectacular.
En la imagen se ve la antigua Tel de Jericó.
La Biblia relata la historia así:
Josué 6: 4-5
« ...El séptimo día darán siete vueltas a la ciudad, luego los sacerdotes tocarán la trompeta.
Cuando el sonido del cuerno de carnero se prolongue, todo el mundo lanzará el grito de guerra. Entonces se derrumbará la muralla de la ciudad y todo el pueblo se lanzará al asalto, cada uno por el lugar que tenga al frente».
James Smith / Alamy Stock Photo
Josué 8:30-31
Josué levantó entonces en el monte Ebal un altar en honor a Yavé, el Dios de Israel. Era un altar de piedras naturales que no habían sido talladas por el hierro, como Moisés, el servidor de Yavé, lo había ordenado a los israelitas, y como está escrito en el Libro de la Ley de Moisés. Se dispusieron holocaustos en el altar en honor de Yavé y se ofrecieron sacrificios de comunión.
Tras la victoria de la nación sobre Jericó y Hai, se dirigen hacia el norte, a Gerizim y el monte Ebal, donde Josué construyó un altar.
La Biblia relata la historia así: Josué 8:30-31 Josué levantó entonces en el monte Ebal un altar en honor a Yavé, el Dios de Israel. Era un altar de piedras naturales que no habían sido talladas por el hierro, como Moisés, el servidor de Yavé, lo había ordenado a los israelitas, y como está escrito en el Libro de la Ley de Moisés. Se dispusieron holocaustos en el altar en honor de Yavé y se ofrecieron sacrificios de comunión.
Autoridad de Antigüedades de Israel
Fotografía de AnaRina Kreisman
Josué 8:33-34
... La mitad estaba al lado del monte Garizim y la otra mitad al lado del monte Ebal, según la orden que Moisés, el servidor de Yavé, había dado antes para la bendición del pueblo de Israel. Josué leyó todas las palabras de la Ley, la bendición y la maldición, como está escrito en el Libro de la Ley.
Hasta hoy el monte Garizim es llamado el monte de la bendición con pródigos viñedos y huertos que crecen en su cima. Mientras que el monte Ebal sigue sin cultivarse.
Después de los sacrificios, la nación se enfrentó a los dos montes Ebal y Garizim como Dios les ordenó que hicieran una vez que entraran en la tierra. Todas las maldiciones se leyeron desde el monte Ebal mientras que las bendiciones se leyeron desde el monte Garizim.
Josué 8: 33b-34
La mitad estaba al lado del monte Garizim y la otra mitad al lado del monte Ebal, según la orden que Moisés, el servidor de Yavé, había dado antes para la bendición del pueblo de Israel. Josué leyó todas las palabras de la Ley, la bendición y la maldición, como está escrito en el Libro de la Ley.
Hasta hoy el monte Garizim es llamado el monte de la bendición con pródigos viñedos y huertos que crecen en su cima.
Mientras que el monte Ebal sigue sin cultivarse.
Autoridad de Antigüedades de Israel
En 2021 se descubrieron restos óseos de aproximadamente 1200 a. e. c. en el emplazamiento de la ciudad de Azeca, mencionada varias veces en la Biblia.
Josué 10:7-10
Subió pues Josué desde Guilgal, y junto con él todos los hombres de guerra, todos los valientes guerreros
..Josué los atacó por sorpresa, porque había subido desde Guilgal durante la noche. Yavé les provocó el desastre ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón. Josué los persiguió por el camino que sube a Bet-Horón y los acosó hasta Azecá y Maquedá.
Josué conquista Azeca
En 2021 se descubrieron restos óseos de aproximadamente 1200 a. e. c. en el emplazamiento de la ciudad de Azeca, mencionada varias veces en la Biblia.
Josué 10:7-10 Subió pues Josué desde Guilgal, y junto con él todos los hombres de guerra, todos los valientes guerreros.
...Josué los atacó por sorpresa, porque había subido desde Guilgal durante la noche. Yavé les provocó el desastre ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón. Josué los persiguió por el camino que sube a Bet-Horón y los acosó hasta Azeca y Maquedá.
Josué 18:1
«La comunidad entera de los israelitas se reunió en Silo y allí levantaron
la Tienda de las Declaraciones divinas.»
División de Patrimonio de la Oficina del Primer Ministro de Israel, traducción al inglés cortesía de George Blumenthal
Cuando la nación de Israel se asentaba lentamente en la tierra, Dios les ordenó que establecieran Su tabernáculo, una morada. El Tabernáculo, una tienda de reunión portátil, les siguió a lo largo de sus viajes por el desierto. Ahora que estaban asentando la tierra, se construyó una estructura semipermanente en Silo. El techo, de material, se extendía sobre paredes de madera y ladrillo.
Silo siguió siendo la ubicación del Tabernáculo y punto central del culto durante la mayoría de los años de la conquista de Israel.
Sociedad de Arqueología Bíblica
El Libro de los Jueces habla de las tribus tomando posesión gradualmente de la tierra asignada por Moisés en el Libro de los Números capítulo 34 y por Josué en El Libro de Josué capítulos 13 - 20.
La conquista de la tierra, sin embargo, tuvo muchos desafíos, incluyendo muchas guerras y la amenaza constante de caer en la idolatría, tal como la practicaban todas las naciones de la tierra.
Jueces 4:22-23
Cuando llegó Barac persiguiendo a Sísera, Yael salió a su encuentro y le dijo: «Entra que te voy a mostrar al hombre que buscas». Entró y vio a Sísera muerto, tendido en el piso con la estaca en la sien. Ese día Dios humilló a Yabín, rey de Canaán, ante los israelitas.
Una de las batallas más famosas del Libro de los Jueces es la de Barac y Sísera. Cuando Sísera, el comandante del ejército cananeo del rey de Hazor, se dio cuenta de que estaba perdiendo la batalla, huyó a pie y se refugió en la tienda de Yael, esposa de Héber el ceneo.
Ella invitó a Sísera a su tienda y le ofreció leche para beber. Agotado, Sísera se quedó dormido. Sigilosamente, Yael tomó una estaca de la tienda y se la clavó en la sien.
La Biblia sigue así:
Jueces 4:22-23
Cuando llegó Barac persiguiendo a Sísera, Yael salió a su encuentro y le dijo: «Entra que te voy a mostrar al hombre que buscas». Entró y vio a Sísera muerto, tendido en el piso con la estaca en la sien. Ese día Dios humilló a Yabín, rey de Canaán, ante los israelitas.
Rijksmuseum, Amsterdam
Jueces 6:28
Cuando los hombres de la ciudad se levantaron a la mañana siguiente, vieron que el altar de Baal había sido derribado, que el poste sagrado que estaba al lado había sido cortado, y que un novillo había sido ofrecido en holocausto en el nuevo altar.
La conquista de la tierra prometida estuvo plagada de caídas de la nación una y otra vez en la idolatría...
Cada vez, Dios erigiría jueces que desafiaban a la nación, erradicaban los ídolos y la llevaban a la victoria en las batallas en curso.
Otra historia muy conocida es la de Gedeón, que destrozó con valentía el ídolo de Baal de su padre y condujo a su clan a la victoria.
Museum Boijmans Van Beuningen, Rotterdam
Museo del Louvre, París
Rut 1:15-17
Noemí le dijo entonces: «¿Por qué no te vas también tú con tu cuñada, y así regresas a tu casa y a tus dioses?»
Rut le replicó: «No me obligues a dejarte yéndome lejos de ti, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe.»
La narración del Libro de Rut se desarrolla en la época de los Jueces. Narra el valiente viaje de una princesa moabita que se casa con un israelita, pero enviuda poco después. Sigue a su suegra Noemí, viuda a su vez, de vuelta a su hogar en Belén, dentro de la asignación tribal de Judá en la Tierra de Israel.
Noemí insta a Rut a volver atrás, pero Rut insiste en viajar con Noemí y servir al Dios de Israel.
Rut 1:15-17
Noemí le dijo entonces: «¿Por qué no te vas también tú con tu cuñada, y así regresas a tu casa y a tus dioses?» Rut le replicó: «No me obligues a dejarte yéndome lejos de ti, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe».
Noemí presenta a Rut a su pariente, Boaz un hombre de valor, que muestra a Rut una enorme bondad y se casa con ella poco después. Esta unión pasa a formar parte del linaje real de la Casa de Judá que, en última instancia, conduce al rey elegido y ungido por Dios, el rey David.
La hambruna generalizada y los terremotos a lo largo de las islas griegas y la costa meridional de Turquía hicieron que los pueblos del mar atacaran Egipto, el «granero» del Mediterráneo.
Uno de los enemigos más antiguos e implacables de Israel a lo largo de los libros de Jueces y Samuel fueron los filisteos que vivían en las llanuras costeras occidentales. También los menciona el profeta Amós:
«¿No he hecho yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Caphtor [Creta]...».
- Amós 9:7
Los filisteos eran un pueblo marinero cuyos orígenes se remontan a la zona actualmente conocida como Grecia.
La hambruna generalizada y los terremotos a lo largo de las islas griegas y la costa meridional de Turquía hicieron que los pueblos del mar atacaran Egipto, el «granero» del Mediterráneo hacia el año 1200 a. e. c.
Wikipedia
Ramsés III, 1175 a. e. c.
«Ellos (es decir, los Pueblos del Mar) avanzaban hacia EGIPTO... Su confederación estaba formada por los Tjeker, Shekelesh, Denye(n), Weshesh y los Peleset (filisteos)».
El templo mortuorio de Ramsés III en Medinet Habu, representa la victoria sobre los filisteos que intentaron conquistar Egipto en
1175 a. C.
La historia grabada en la pared relata:
«Avanzaban hacia Egipto. . . Su confederación estaba formada por los Tjeker, Shekelesh, Denyen, Wehesh y los Peleset (filisteos)».
Cautivos filisteos con tocado de plumas
Medinet Habu, Egipto
Dibujo basado en relieves esculpidos en el yacimiento egipcio de Medinet Habu, que representa a los egipcios en una batalla naval contra tres Pueblos del Mar diferentes: los Danunu, los Sikils y los Filisteos, originarios de la zona de Grecia.
Yigael Yadin, El arte de la guerra en tierras bíblicas
Está usted ante un dibujo basado en relieves esculpidos en el yacimiento egipcio de Medinet Habu, que representa a los egipcios en una batalla naval contra tres Pueblos del Mar diferentes: los Danunu, los Sikils y los Filisteos. Invadieron Egipto por mar y fueron derrotados en una gran batalla llamada la Batalla del Delta.
Las cinco principales ciudades filisteas de Canaán, conocidas como la Pentápolis, eran Gaza, Ascalón, Asdod, Gat y Ecrón.
Finalmente, los filisteos se asentaron finalmente en la costa oriental del mar Mediterráneo, en la tierra de Canaán, en cinco ciudades principales conocidas como la Pentápolis. Son Gaza, Ascalón, Asdod, Gat y Ecrón.
Sociedad de Arqueología Bíblica
Ascalón: una retrospectiva
Visita virtual del Museo de Israel por Ardon Bar-Hama, cortesía de George Blumenthal
La antigua ciudad de Ascalón ha sido objeto de las excavaciones más profundas de las ciudades de la Pentápolis. La Expedición Leo Levy ha trazado sistemáticamente el desarrollo del antiguo emplazamiento desde sus orígenes hasta sus últimos días.
Haga clic sobre el botón para ver la visita virtual de la exposición de Ascalón en el Museo de Israel, digitalizada por Ardon Bar Hama, narrada por Daniel M. Master, cortesía de George Blumenthal.
Museo de Israel / Autoridad de
Antigüedades de Israel
Figurilla esquemática de una mujer cuyo cuerpo se funde con su trono es apodada «Ashdoda», en honor a la ciudad filistea de Asdod, ciudad en la que fue hallada.
Parece haberse inspirado en figurillas de mujeres sentadas procedentes de Grecia. En algunas de ellas, la mujer aparece sosteniendo a un niño. Así, pueden representar a una diosa madre.
En esta imagen, una figurilla esquemática de una mujer cuyo cuerpo se funde con su trono es apodada «Ashdoda», en honor a la ciudad filistea de Asdod, ciudad en la que fue hallada. Data del siglo XII a. C. Parece haberse inspirado en figurillas de mujeres sentadas procedentes de Grecia. En algunas de ellas, la mujer aparece sosteniendo a un niño, representando así probablemente a una diosa madre.
Gemäldegalerie, Berlin
Jueces 16:15-17
Entonces ella (Dalila) le dijo: «¿Cómo puedes decirme que me amas?
Entonces le abrió su corazón. (Sansón) Le dijo: «Estoy consagrado a Dios desde el vientre de mi madre y nunca ha pasado la navaja por mi cabeza. Si me raparan, se me iría la fuerza y quedaría tan débil como cualquiera».
Volvemos a recurrir a la magistral interpretación de Rembrandt para que nos acompañe en nuestro viaje. Una de las historias más destacadas del Libro de los Jueces es la de Sansón y Dalila.
Una vez más, los israelitas cayeron en la idolatría y durante 40 años Dios los entregó en manos de los filisteos.
Dios prometió a un hombre de la tribu de Dan, que él y su esposa tendrían un hijo que iniciaría la liberación de Israel de los filisteos. Dios ordenó que el muchacho permaneciera como nazareo toda su vida, sin cortarse el pelo y absteniéndose de todo lo que procediera de la vid, así como de toda forma de bebida embriagante, esto se convertiría en la fuente de su grandiosa fuerza. Su madre le llamó Sansón o «Shimshon» en hebreo. Sansón se convirtió en un poderoso guerrero, diezmando los ejércitos filisteos. Desesperados por contrarrestar las implacables embestidas de Sansón, envia
Jueces 16:15-17
Entonces ella (Dalila) le dijo: «¿Cómo puedes decirme que me amas?...» Entonces le abrió su corazón. (Sansón) Le dijo: «Estoy consagrado a Dios desde el vientre de mi madre y nunca ha pasado la navaja por mi cabeza. Si me raparan, se me iría la fuerza y quedaría tan débil como cualquiera»
Städel Museum, Fráncfort
Jueces 16:19-21
Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido.
Los filisteos lo apresaron y le sacaron los ojos. Lo hicieron bajar a Gaza, lo ataron con una cadena doble de bronce y lo pusieron a dar vueltas a la piedra de un molino en la prisión.
Dalila contó a los líderes filisteos el secreto de la fuerza de Sansón e ideó un plan para cortarle el pelo. La Biblia relata la historia así:
Jueces 16:19-21
Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido. Los filisteos lo apresaron y le sacaron los ojos. Lo hicieron bajar a Gaza, lo ataron con una cadena doble de bronce y lo pusieron a dar vueltas a la piedra de un molino en la prisión.
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Autoridad de Antigüedades de Israel
Los filisteos cegaron y humillaron a Sansón y lo llevaron al templo de su dios Dagón para que se divirtiera con él delante de los dirigentes y de una gran multitud de filisteos.
Jueces 16:25-30
Cuando todos se sintieron bien contentos, dijeron: «¡Llamen a Sansón para que nos entretenga!» Fueron a buscar a Sansón a la prisión y él dio varias vueltas a la vista de todos, luego lo pusieron entre las columnas.
...Entonces Sansón invocó a Yavé y le dijo: «¡Por favor, Señor Yavé! Acuérdate de mí y dame fuerza por última vez.
Sansón tocó las dos columnas centrales en las que se sostenía el templo y se apoyó en ellas: su brazo derecho en una y su brazo izquierdo en otra. Luego Sansón exclamó: «¡Que muera yo con todos los filisteos!» Se estiró con todas sus fuerzas y se derrumbó el templo... Los que arrastró consigo a la muerte fueron más numerosos que aquellos a los que había dado muerte durante toda su vida.
En esta imagen se ven bases de pilares de un templo filisteo descubierto cerca de Tel Aviv.
La mayor victoria de los filisteos fue la destrucción del Tabernáculo de Silo y la captura de la posesión más preciada de Israel: el Arca de la Alianza.
1 Samuel 4:10-11Así los filisteos presentaron batalla; los israelitas fueron derrotados: cada cual huyó para su casa... El arca de Dios cayó en manos enemigas y los dos hijos de Helí, Jofni y Finjas, murieron.
La historia de la destrucción de Silo también nos presenta a uno de los profetas y jueces más poderosos de Israel, el profeta Samuel. Samuel no solo guió a los israelitas a través de esta época turbulenta de opresión filistea, sino que finalmente nombró y ungió al rey David, que los sometería y conquistaría.
Sociedad de Arqueología Bíblica
Sociedad de Arqueología Bíblica
1 Samuel 5:1
Cuando los filisteos capturaron el Arca de Dios, la llevaron
de Eben-ezer a Asdod.
Los filisteos se alegraron enormemente de su victoria y se llevaron el Arca a Asdod, colocándola junto a su dios, Dagón. Después de ello encontraron a Dagón caído boca abajo delante del Arca, con la cabeza y los pies cortados. Dios golpeó a los filisteos con un miedo terrible y plagas mientras enviaban el Arca de Asdod a Gat y a Ecrón.
1 Samuel 5: 11
Se reunieron todos los príncipes de los filisteos: «Devolvamos el arca del Dios de Israel, dijeron, que vuelva al lugar de donde vino. Porque si no, vamos a morir nosotros y nuestro pueblo».
Instituto Megalim de la Ciudad de David, cortesía de George Blumenthal
y la familia Gol
1 Samuel 4:10-11
Los filisteos lucharon; Israel fue derrotado y todos huyeron a sus hogares. La derrota fue muy grande, treinta mil soldados de a pie de Israel cayeron allí. El Arca de Dios fue capturada...
Tirada por bueyes, el Arca regresó finalmente a los israelitas, en Beit Shemesh, pero incluso los israelitas tuvieron que aprender a acercarse al Arca con profunda reverencia y temor. Encontró un lugar de descanso temporal en Quiriat-Jearim, donde permaneció durante veinte años. Desde allí, el rey David transportó el Arca a Jerusalén.
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